Imagen de Infotecarios
La gestión eficaz del estudio permite obtener buenos resultados y evita los temidos momentos de agobio. Agobiarse no es necesariamente malo, siempre y cuando se cuente con tiempo suficiente para reaccionar, por ejemplo, a principios de semestre. El problema surge cuando nos cercioramos de que es demasiado tarde y ya no hay tiempo para reaccionar.
El método que aquí vamos a resumir está accesible en:
Marchena, E., Hervías, F., Galo, C., & Rapp, C. (2009). Organiza tu tiempo de forma eficaz. Departamento de Psicología. Universidad de Cádiz. https://sap.uca.es/wp-content/uploads/2017/03/Gu%C3%ADa-de-organizaci%C3%B3n-del-tiempo.pdf?u
Este método está pensado como una guía de ayuda para saber cómo los estudiantes universitarios gastamos nuestro tiempo y cómo mejorar la gestión de este de cara a optimizar el trabajo en pocas horas de estudio. Sugiere realizar una serie de pasos o actividades a través de las cuales cada persona puede analizar su situación actual y proponer cambios para mejorar sus habilidades en la organización del tiempo. Las actividades están planteadas de manera que la información que se vaya recogiendo en un ejercicio ayudará a realizar el siguiente; por lo que hay que completar todos ellos.
Las actividades siguen este orden:
La puntuación obtenida puede ser el resultado de aplicar este método por primera vez o en el momento actual (puntuación A) o puede ser el obtenido una vez aplicado este método durante dos o tres meses (puntuación B).
La necesidad de mejorar en la planificación y gestión del tiempo será tanto mayor cuanto menor sea la puntuación que has obtenido en A. La interpretación de la puntuación es la siguiente:
• < 30 puntos: hay muchos e importantes aspectos que mejorar.
• 30 - 60 puntos: hay algunos aspectos que mejorar.
• > 60 puntos: muestra una administración del tiempo bastante adecuada.
• ≈ 90 puntos: son características de las personas que no solo han tomado conciencia de la importancia de gestionar su tiempo de un modo eficaz, sino que además lo llevan a la práctica de forma sistemática.
Después de poner en marcha el plan de gestión del tiempo durante al menos dos o tres meses se puede hacer el cuestionario de nuevo y si la puntuación total B es mayor que la que se obtuviese en A, el plan de entrenamiento ha resultado eficaz.
Por último, si la puntación está entre 0 y 60 puntos (organización no adecuada) se sugiere que se escriban tres formas características en las que se malgasta el tiempo.
El resultado de los tres últimos ejercicios realizados nos servirá para, a continuación, identificar las prioridades para el semestre/cuatrimestre. En los espacios correspondientes de la siguiente tabla se escriben las horas de "estudio por asignatura", respetando los horarios de clase, tutorías, seminarios, cursos, prácticas, tiempo de ocio, de sueño, etc. Mantener esta planificación a la vista ayuda a que nosotros/as mismos/as lo sigamos y a que otras personas lo conozcan y lo respeten.
Con esta tabla ponemos a prueba durante una semana el horario personal que hemos creado; después revisamos qué se ha hecho bien, qué no está tan bien y cuáles son los cambios que se necesita hacer.
El horario personal puede ayudarte a:
• Reconocer qué has alcanzado.
• Ahorrar energía y evitar el pánico.
• Ser decidido/a y realista.
• Conocer fechas límite y mantener el nivel de trabajo.
• Tener tiempo efectivo de estudio y relajación.
• Conseguir un empuje, cuidarte a ti mismo/a y seguir adelante.
En este punto hay que anotar en la tabla correspondiente el número de horas que se dedica al estudio diario; al hacerlo sabremos si estamos cumpliendo los objetivos que nos marcamos en la tabla Registro de asignaturas. Cada hora se puede dividir en cuatro partes de quince minutos de estudio cada una.