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El uso de la información de otros: el plagio, las citas y las referencias bibliográficas

Sobre el uso de la información de otros en los trabajos académicos. Se habla del plagio, por qué debemos evitarlo y cómo. Se explica la necesidad de utilizar las citas y las referencias, qué estilos de citas podemos usar y cómo se redactan.

El plagio académico

La buena práctica del estudio en la universidad y del trabajo intelectual en general se basa en dos principios:

  • Usar la información ajena respetando y reconociendo nuestras fuentes.
  • Usar la información ajena para conocer, aprender y mejorar.

Dicho de otra manera: todo lo contrario a "copiar para salir del paso, rápido y sin esfuerzo".

Lo primero es que debemos ser conscientes de que la información ajena es realmente propiedad intelectual de otras personas, con independencia de la cuestión de los costes (gratis o no) o de la forma en que hayamos accedido a ella (en Internet, fotocopiando o consultando un artículo de una revista en la biblioteca, un libro prestado por un amigo, etc.)

Está permitido...

  • Hacer una copia privada, para uso exclusivamente personal, con el objeto de estudiar mejor.
  • Incluir breves fragmentos de texto ajeno entrecomillado, diferenciando bien lo prestado de lo propio y citando y referenciando la fuente, la procedencia.
  • Reseñar, comentar, glosar, parafrasear, criticar, resumir o aludir a información ajena, de manera sucinta y proporcionada a la dimensión de nuestro trabajo, citando y referenciando la fuente de igual modo.

No está permitido... 

  • Insertar textos o datos ajenos sin entrecomillar y sin citar la fuente de procedencia.
  • Incluir imágenes o gráficos sin citar la procedencia o con fines ornamentales, no informativos.
  • Copiar texto ajeno haciendo pequeños cambios en el lenguaje usado para disimular.
  • Comprar, encargar o pedir a otros los trabajos o estudios que vamos a firmar como personas autoras.

¿Por qué no debemos plagiar?

  • Porque perjudica nuestra formación y cualificación a largo plazo, nos hace peores profesionales.
  • Nos acostumbra a un camino que nos empobrece, nos vuelve menos capaces, creativos, innovadores.
  • El plagio es con frecuencia un acto egoísta e insolidario que causa daño a personas inocentes.
  • A nosotros tampoco nos gustaría que se aprovechasen de nuestro trabajo sin más. Además, puede entrañar responsabilidades penales o sanciones académicas.
  • La misma tecnología que facilita la copiar también permiten descubrir los plagios.
  • Usar, respetar y reconocer las fuentes promueve nuestra excelencia profesional y nos ayuda a aprender.
  • Y aprender nos hace más competentes, autónomos, libres y valiosos.

 

En resumidas cuentas, debemos evitar el plagio, ya que nuestro objetivo es crecer y destacar, demostrando nuestra valía y excelencia.

 

 


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