La apariencia de OneDrive en la web nada tiene que ver con la que tiene en local, es mucho más compleja y trabajada con múltiples opciones y herramientas.

Lógicamente, aparece la misma estructura que nos aparece en nuestro equipo, que no es otra cosa que las carpetas que tenemos sincronizadas.
Podemos compartir carpetas o archivos independientes, en ambos casos el proceso es el mismo.

Junto a la la carpeta, en este caso, hay 3 puntos; hacemos clic en ellos y aparece un menú con muchas opciones muy interesantes, entre ellas la de “Compartir”.
También podemos seleccionar “Compartir” de otra forma más directa:

Sea de una u otra forma, una vez pulsamos en “Compartir” nos aparece esta ventana:

Debemos introducir el correo del destinatario o destinatarios, escribir un breve mensaje (opcional) y seleccionar el desplegable para elegir de entre una serie de opciones de compartición la que más se ajuste a lo que necesitamos o hemos acordado:

Es este el momento de darle determinadas propiedades a nuestra carpeta o documento; decidir si queremos que sea abierto y cualquier usuario pueda verlo con el enlace, que lo vean solo los de nuestra institución o entidad/empresa, quienes ya tienen acceso o personas determinadas (privacidad alta).
Si elegimos, por ejemplo, la opción de personas determinadas, al destinatario le llegará un mail que debe aceptar:

En cuanto acceda y acepte la solicitud, nosotros recibiremos el siguiente mensaje:

Una vez realizado todo y aceptado el trabajo por ambas partes, se comienza a colaborar y trabajar de forma compartida.