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La información en la actualidad

Tema sobre cómo acceder a la información en la actualidad, buscadores y herramientas de localización y técnicas avanzadas de búsqueda de información. Se incluyen criterios para medir la calidad de la información recuperada.

Criterios para evaluar la información

Desde hace varias décadas, Internet se ha convertido en un referente para la localización de información a la hora de llevar a cabo cualquier trabajo. No solo por la gran cantidad de información que alberga (y que sigue creciendo día a día), sino también porque existen potentes herramientas de búsqueda que hacen muy fácil la tarea de encontrar esa información que se desea.

La alta disponibilidad de información se debe, en gran medida, a la enorme facilidad con la que cualquier persona puede publicar su propio contenido en la red: páginas web, foros, blogs, vídeos, imágenes, redes sociales…

No obstante, con frecuencia, la falta de control sobre aquello que se publica y la carencia de filtros de calidad en los motores de búsqueda más populares provocan que muchos de los primeros resultados de las búsquedas (aquellos que pensamos que son los mejores) realmente no lo sean y acaben provocando una pérdida de nuestro precioso tiempo.

 

A continuación, os proponemos que veáis este divertido vídeo que nos sirve de introducción al tema que nos ocupa:

Imagen vectorial de icono de videoFuente: Sepúlveda, R. (dir.) (2014). El Fure.

 

Criterios para medir la calidad de la información

¿Quieres conocer algunos ejemplos de cómo no todo lo que se publica en internet es cierto? Dedica unos minutos a este video.

 

Imagen vectorial de icono de videoFuente: Universitat Politècnica de València (2013)Buscar información en Internet. Ed. 2012. Recursos con garantías. Criterios para evaluar cualitativamente. Disponible en: https://youtu.be/sEkLZe8QCrM [Consulta: 28/09/2015]

 

  Pero...
¿Se puede medir la calidad de una web? La respuesta es . Ahora vamos a proponerte que lo hagas en base a dos tipos de criterios: los basados en la propia información y los que lo hacen según la forma o formato del propio sitio.

Autoría

  • Identificación de la persona autora: desconfía de aquellos sitios en los que se desconoce quién es responsable de esa información y de los datos que se ofrecen.
  • Autoridad: si ya sabemos cómo se llama esa persona u organización, ¿Quién es realmente?, ¿tiene conocimientos expertos en la materia?, ¿es una empresa, una organización educativa, una administración pública?
  • Contacto: si no puedes preguntar a la persona responsable del contenido, no te fíes del todo.

Contenido

  • Precisión y exactitud: ambos criterios se refieren a la posibilidad de poder verificar la veracidad de la información, si existen citas o referencias a otros documentos en los que puedan constatarse los datos.
  • Actualidad: ¿es reciente la información que estás consultando?, ¿consta la fecha de creación o actualización? A veces la web funciona como un archivo en el que se van acumulando informaciones que con frecuencia se ven superadas por otras más recientes.
  • Exhaustividad y cobertura: ¿el documento cubre el tema sobre el que buscas en su totalidad o solo trata una parte?, ¿lo hace con la suficiente profundidad, lo trata de una manera general o es simplemente una introducción?
  • Objetividad: ¿Quién publica la información?, ¿Qué fin persigue?, ¿está sesgada?, ¿tratan de vendernos algún producto?, ¿están intentando convencernos de algo de lo que no estamos muy seguros?, ¿se argumentan suficientemente las ideas expuestas?
  • Información primaria o secundaria: ¿se trata de información de primera mano o se están reinterpretando otras fuentes?
  • Documentación de apoyo: ¿hay alguna bibliografía o lista de referencias?, ¿hay enlaces que apunten a otras fuentes de información? Si no encuentras nada de esto pon en duda la credibilidad del documento que estás consultando.
  • Calidad de la escritura y sintaxis: un discurso bien estructurado da idea del cuidado que se ha puesto en la redacción del documento, al igual que la ausencia de errores ortográficos.
  • Diseño y estructura del sitio: Una web bien estructurada permite acceder fácilmente al contenido y moverse entre sus páginas. ¿Está bien organizada la información?, ¿es sencillo utilizar los menús de navegación?, ¿es posible realizar búsquedas en el contenido?, ¿hay versiones de impresión de las páginas?, ¿es posible encontrar contenidos de ayuda? El diseño, los textos y las imágenes, ¿facilitan o entorpecen la lectura?, ¿se mantienen los mismos criterios de estilo en todas las páginas?, ¿tarda la web en cargarse?, ¿se cumplen las normas de accesibilidad?
     
  • Visualización: A veces algunas páginas presentan problemas en la visualización, ¿funciona con los principales navegadores de Internet?, ¿Qué formatos de ficheros se utilizan?, ¿es necesario disponer de algún software especial?
     
  • Luminosidad: La luminosidad de una web consiste en su capacidad para remitir a otras páginas: ¿se incluyen enlaces externos?, ¿los enlaces externos están actualizados o rotos?, ¿Cuáles son las fechas de consulta de las webs enlazadas?
     
  • Visibilidad: La visibilidad de una página puede dar una idea de su impacto en la Web: ¿Se encuentra fácilmente en buscadores y directorios de Internet?, ¿Qué otras páginas, perfiles, blogs... la enlazan?
     
  • Condiciones de uso: Conocer quién tiene los derechos de autoría o los derechos de explotación es esencial para saber cómo utilizar la información: ¿Qué tipo de uso se puede hacer de los contenidos?, ¿se reservan todos los derechos o hay algunos que se cedan?, ¿hay alguna licencia Creative Commons?


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