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En 1995, el IETF (Internet Engineering Task Force) elaboró un documento que intentaba regular las comunicaciones en la red (a partir de entonces, las distintas sociedades fueron elaborando sus propias reglas), con estos 10 mandamientos o reglas:
Cuando te comunicas electrónicamente todo lo que ves es un monitor. No utilizas expresiones faciales, gestos o tonos de voz para comunicar lo que deseas; palabras, simplemente palabras escritas es todo lo que tenemos. Y esto lo experimentan también quienes reciben nuestro mensaje.
Cuando estamos ante una conversación en línea –así sea un intercambio de correos o la respuesta a una discusión en grupo– es muy fácil malinterpretar lo que nos quieren decir y supremamente fácil olvidar que quien está al otro lado es una persona con sentimientos muy parecidos a los nuestros.
Hay técnicas para controlar y dominar bien nuestras acciones en la red; en el caso de los correos, ante el cuadro de texto de un chat o antes de comentar algo en una red social debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿le diría esto en su cara? Si la respuesta es no, hay algo que está mal y, por tanto, debemos reformular nuestras palabras.
Para ampliar información:
Reportaje de Requel Ríos: "¿Cómo podemos frenar el odio en redes sociales?", en Reason Why.
Transgredir la ley es falta de “Netetiqueta”. Si sientes la tentación de hacer algo ilegal en el ciberespacio es muy probable que al hacerlo vayas en contra de la “Netetiqueta”; así de fácil y así de simple.
“Netetiqueta” es un patrón sobre comportamiento, no sobre leyes, pero exige que pongamos todo nuestro esfuerzo por actuar de acuerdo con las leyes de la sociedad y del ciberespacio.
Nota...
En muchos casos todavía se están estableciendo las leyes que regirán el ciberespacio; por ejemplo, las leyes sobre la privacidad o los derechos de autoría se adaptan progresivamente.
Además de ser algo molesto y dificultoso de leer, el uso de mayúsculas se debe limitar a lo imprescindible; si se quiere resaltar algo, se pueden usar alternativas, como el uso de la negrita o la cursiva. Hagamos de la comunicación no verbal algo relajante y no estresante.
En esta vida tan estresante que llevamos disponemos de poco tiempo libre; por tanto, al enviar un correo debes tener presente que la persona interlocutora tendrá el mismo o menos tiempo que tú, por lo que es tu responsabilidad asegurarte de que el tiempo que "gastan" leyendo tu mensaje no sea un desperdicio.
Recuerda que…
No eres el centro del ciberespacio. No envíes el mismo mensaje cinco veces ni atosigues para obtener una respuesta, respeta el tiempo y sé paciente. No ocupes el ancho de banda de las otras personas.
En definitiva… ¡no seas un troll cibernético!
Ten en cuenta que…
Te juzgarán por la calidad de tu escritura. Para la mayoría de las personas que escogen comunicarse en línea esto es una ventaja; si no disfrutaran utilizando la palabra escrita, no estarían allí. Esto quiere decir que la redacción y la gramática cuentan.
La fortaleza del ciberespacio está en la cantidad de gente que lo usa. La razón por la que hacer preguntas en línea da resultado se debe a la cantidad de personas con conocimientos que las leen. Y conque tan solo algunas ofrezcan respuestas inteligentes, la suma total del conocimiento mundial aumenta.
Es por esto que si consultas en la web y obtienes conocimientos es porque alguien se ha preocupado de subirlos, por tanto comparte lo que sepas y ayudarás a fomentar la comunidad del conocimiento en la red.
Ya sabes que…
Si tienes algo que ofrecer, no lo dudes, la red estará encantada de recibir tus conocimientos.
No demuestres efusión excesiva en un debate si no puedes controlarlo o controlarte.
Hay que evitar que se perpetúen guerras de mensajes incendiarios, que se publiquen series de mensajes fuertes, la mayoría de las veces entre 2 o 3 personas que marcan el tono y destruyen la camaradería de un grupo de discusión. Esto es injusto con los demás miembros del grupo y, aunque este tipo de discusiones puede inicialmente ser divertido, muy pronto se vuelven aburridas sobre todo para la gente que no está directamente comprometida en ellas. Esto constituye una monopolización injusta del ancho de banda.
¿Registrarías en el cajón de un compañero? ¿Leerías su correo? Todo esto no solo es no respetar la privacidad, sino que se está cometiendo un delito, a veces consentido, pero delito.
¡Atención!
No respetar la privacidad de las personas no es solamente falta de “Netetiqueta”, puede también acarrear sanciones.
Saber más que el resto o tener un mayor conocimiento de cómo funcionan los distintos sistemas no te da derecho a aprovecharte. Por ejemplo, quienes administran esos sistemas no deben leer nunca el correo ajeno.
Si vas a decirle a alguien que cometió un error, díselo amablemente y por mensaje privado, no lo hagas público. Dale siempre a las personas el beneficio de la duda, piensa que habrá sido un despiste o que no saben cómo hacerlo mejor. No seas nunca arrogante o autosuficiente al respecto.