Recuerda que…
Una correcta gestión de nuestra reputación online implica actuar sobre tres elementos:
El contenido generado por el propio sujeto.
El contenido sobre el sujeto generado por terceras personas.
El contenido generado en el marco de las relaciones con los demás.
* Lee y repasa la metodología del curso y sigue los pasos que se explican en la guía.
* El foro "Competencia Digital: dudas y consultas" está para resolver tus dudas. ¡Utilízalo!
* La encuesta de satisfacción nos sirve para mejorar. Rellénala y tendrás disponible la evaluación final.
* Para la evaluación final consulta la información disponible en la guía del curso.
Ser visible es cada día más esencial y tu perfil es un reflejo de tu dedicación en una temática concreta, añadiendo valor a aquello en lo que trabajas o en lo que crees.
Sin embargo…
ser visible en el entorno digital no implica dejar de serlo en la vida más allá de las pantallas. No podemos quedarnos siempre al otro lado de la pantalla. Tenemos que interactuar y mostrar que el interés que mostramos en nuestro perfil digital se corresponde con nuestro desempeño en la vida real y la consistencia (o ausencia de contradicciones) de lo que se muestra en el entorno digital.
Es aquí donde entra en juego la reputación online: no cuidarla puede dar al traste con el trabajo que hemos realizado en la construcción de nuestra identidad digital; es más, puede llevarse por delante todo el esfuerzo que hemos invertido en crear una marca personal perfecta. Nuestra reputación online no está totalmente en nuestras manos, pero sí lo está la gestión de esa reputación y de las posibles crisis que se puedan presentar. De esta forma, si lo hacemos bien y, sobre todo, a tiempo, podemos revertir situaciones negativas, tornarlas a nuestro favor y salir con fortalecimiento de ellas.
(Candel, 2009)
(INTECO, 2012)
Pueden apuntarse, al menos, 3 factores determinantes en la caracterización de la reputación online (INTECO, 2012):
Cualquier acción que emprendemos en la red deja un rastro que forma parte, inevitablemente, de cómo nos perciben otras personas. De cada cual depende que el rastro sea positivo o negativo.
Se trata de contenidos publicados por parte de terceras personas; por ejemplo, periódicos u otros medios de comunicación, artículos de opinión, boletines, etc., que, por su relevancia pública, han podido trascender.
Es importante ser conscientes de la posibilidad más real que potencial de que terceras personas generen registros biográficos de una persona (lifelogs) a partir de la información disponible en múltiples entornos de Internet y, en particular, en las aplicaciones de redes sociales.
El número de seguidores que tenemos, sus reacciones y sus comentarios a nuestras acciones son el tercer factor a tener en cuenta en la construcción de nuestra reputación online.